Por David LOPEZ. Consultor de DDHH y Desarrollo Social – AIDHDES
China ha cautivado al mundo con su rápido crecimiento económico durante décadas, pero ahora está en medio de una transformación silenciosa hacia un desarrollo más sostenible y centrado en la calidad. Este artículo desentraña esta evolución, explorando cómo el gigante asiático está redefiniendo las reglas del juego económico global y demostrando que el verdadero progreso va más allá de las cifras de crecimiento
Lo han mencionado ya varios medios internacionales tales como El País de España[1], France 24[2] de Francia y el New York Times[3] de los EEUU: China creció su economía de un 5.2 % en 2023. Y aunque estos medios tan “bien” reputados en el mundo occidental intentan dar la noticia de manera tal que los lectores crean que China está decayendo, no menos es cierto que el gigante asiático sigue mostrando un crecimiento económico robusto que no tienen varios países occidentales. China sigue dando talante sin precedentes en materia de desarrollo.
No es de extrañar que en Occidente no se entienda el desarrollo tal como realmente lo necesitan sus clases más precarias o como también lo necesitan los países menos desarrollados del mundo. De hecho, el concepto “desarrollo” siempre ha sido utilizado en Occidente para legitimar muchísimas políticas económicas que desafortunadamente no han sabido responder a las necesidades de las mayorías, sino más bien a los intereses de los grandes emporios financieros que hoy incluso promueven y se lucran al mismo tiempo de la guerra y de genocidios.
China, al igual que diversos países latinoamericanos, africanos y asiáticos, concibe el desarrollo como un concepto social que debe satisfacer las necesidades básicas de los seres humanos. Por ende, China ha ido entendiendo el desarrollo más allá del progreso financiero. Le ha dado un enfoque de alta calidad donde articula lo humano y lo económico. Así lo menciona el informe “la Humanomía en la nueva era” publicado por la New China Research (NCR). En los hechos, así se percibe cuando se visita el país.
Desde el 2020, el gigante asiático se convirtió en la única gran economía que registró un crecimiento positivo, con un aumento del PIB del 2.3%. Es más, logró en ese momento controlar el COVID-19 y erradicar la pobreza extrema[4]. El año siguiente, pese a los pronósticos de diversos medios y observatorios económicos, China siguió creciendo de manera robusta impulsado por el consumo interno, la inversión en infraestructura y las exportaciones. La nación se volvió la 2ª economía del mundo[5]. El mayor de Asia ha podido desarrollar así la manufactura donde la producción industrial ha aumentado de manera importante. La tecnología ha dado sin lugar a dudas señales concretas de crecimiento con empresas tales como Huawei, Alibaba entre otras generando empleo. Así fue en 2020, así fue en 2023 y seguirá siendo en 2024.
Por otro lado, la innovación tecnológica (tecnología 5G y la inteligencia artificial) ha llevado a grandes avances que le han permitido al pueblo chino gozar de una gama de servicios que ningún otro país en el mundo conoce actualmente. Precisamente, se espera que las industrias China tengan un notable crecimiento en 2024 llevando a cambios innovadores en la educación y la salud. El mercado experimentará entonces un crecimiento anual del 8.73% en educación. En salud se prevé que el mercado sanitario pase a 2,3 billones de dólares 2030 contra 900’000 millones de dólares en 2019. Son avances que le permiten al país atender a más de 1’400 millones de personas[6].
No es para nadie un secreto que si hay un país que ha logrado hacer avances importantes en la reducción de la pobreza y el desarrollo social es China. Según los datos del gobierno chino, entre el 2019 y el 2020 se han sacado a más de 100 millones de habitantes de la pobreza[7] contrariamente a las cifras que pueden verse en Alemania, Francia, Estados Unidos y hasta en la misma Suiza[8]. El esfuerzo ha seguido en 2023 y se sigue llevando en 2024 pese a las dificultades de la post-pandemia y la situación geopolítica donde existe un conflicto agudo entre Pekín y Washington. No obstante el país ha sabido y logrado ampliar los programas de seguridad social, incluyendo el seguro médico y de pensiones. Por más de que el crecimiento de China ha disminuido un poco, el país sigue creciendo y sigue manteniendo programas como el de “Alivio de la Pobreza Precisa”. Es aún mucho más admirable que China con más de 1’500 millones de habitantes logre hacerlo, cuando Francia, Alemania, Inglaterra o Italia con aproximadamente 319 millones en su totalidad no lo logre hacer. Es más, sus cifras de desarrollo son inversas a las chinas por lo que van en caída libre, dándole privilegios al sistema neoliberal que no respeta ningún derecho humano.
A Occidente le ha costado (porque no quiere) entender a China quien ha creado un nuevo modelo de desarrollo aplaudido y aclamado mundialmente. Se ha articulado no solo la economía con el interés humano, sino también la educación, con la cultura centrándose en la persona como un factor humano y no solo como un factor de explotación financiera.
En 40 años, China ha tenido dos fases de desarrollo donde esencialmente ha pasado de una fase de crecimiento de alta velocidad a una fase de desarrollo de alta calidad percibido como un paso importante para construir una sociedad más equitativa, sostenible y prospera para todos sus ciudadanos. La manera como Pekín ha decidido orientar su país en materia de desarrollo responde sin lugar a dudas a que se haga justicia social y se promueva un desarrollo inclusivo planificado que otros países en el mundo, incluso muy desarrollados, no tienen ya que sus políticas radican en priorizar el desarrollo financiero sobre el desarrollo social.
Concretamente, se ha pasado de un modelo de desarrollo llamado “Made in China” a “Created by China”[9]. La innovación ha sido fundamental para dar este paso haciendo que China sea hoy en el motor principal de crecimiento económico mundial, aportando el 35% del crecimiento del PIB nominal mundial, mientras que EEUU ha contribuido con el 27%[10].
Al visitar el país y leer un poco sobre el desarrollo que ha tenido China, uno fácilmente percibe que el Estado ha dado prioridad focalizar sus esfuerzos al bienestar social del país. Preguntándole a las personas en territorio chino sobre el sistema de desarrollo del país, el taxista, el obrero trabajador, el abogado, el profesor universitario o de escuela primaria, el medico concuerdan con decir que China ha aumentado su inversión social priorizando de manera significativa los sectores de la educación, la salud y la seguridad social.
Se ha hecho un ajuste de clave en el ajuste de la estructura económica. En 2018 por ejemplo, el consumo interno contribuyo en un 76% dándole un crecimiento al PIB del 18.6%. Así pues, la economía china ha procurado depender menos de la inversión extranjera y se ha vuelto más solidad buscando hacerla también autosuficiente en diversos sectores de la economía[11].
Concluyo asi que el camino que ha optado china por desarrollarse ha dado paso a que se reduzca la desigualdad por medio de políticas activas que disminuyen la brecha de ingresos y promueven oportunidades para la población más vulnerable del país. Poco hablé aquí del desarrollo sostenible y del medio ambiente que siempre fue muy criticado en China.
Por más de que se critique al país por ser el primer emisor de gas invernadero del mundo, el gobierno nacional ha promovido también políticas que regulan de manera más estricta la gestión de residuos industriales y la emisión de gases de efecto invernadero. Se ha promovido la capacidad de desarrollar las energías renovables, especialmente la solar. Quizas no sea muy notable el resultado ahora pero a largo plazo sin lugar a duda lo será.
Recordemos que la ONU, en su programa para el medio ambiente afirmó que el gigante asiático, probablemente, alcanzará sus objetivos destacando que más de la mitad de la capacidad de producción de electricidad instalada procede ahora de fuentes no fósiles. Era un objetivo que se había fijado para el año 2025[12].
[1] https://elpais.com/economia/2024-01-17/china-crece-un-52-en-2023-pero-da-muestras-de-que-la-recuperacion-no-termina-de-llegar.html
[2] https://www.france24.com/fr/asie-pacifique/20240117-en-2023-la-chine-a-connu-l-une-des-croissances-les-plus-faibles-depuis-1990.
[3] https://www.nytimes.com/2024/01/16/business/china-gdp-q4-2023.html.
[4] https://www.obela.org/analis/una-crisis-economica-en-china
[5]https://datosmacro.expansion.com/pib/china?anio=2021#:~:text=En%202021%20la%20cifra%20del,que%20fue%20de%209.222%20€%20.
[6] https://www.china-briefing.com/news/industrias-chinas-a-tener-en-cuenta-en-2024/
[7] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-56205219
[8] https://www.ambito.com/mundo/alerta-roja-la-pobreza-europa-aumento-un-26-n5772209
[9] https://www.larepublica.net/noticia/la-economia-china-avanza-a-pasos-estables-por-la-via-de-desarrollo-de-alta-calidad.
[10] https://www.imf.org/es/Publications/fandd/issues/2023/12/China-bumpy-path-Eswar-Prasad
[11] https://espanol.cgtn.com/news/3d4d7a583355544d78457a6333566d54/p.html
[12] https://www.swissinfo.ch/spa/china-primer-emisor-del-mundo-de-gases-de-efecto-invernadero/49017214