Caracas, 27 de julio de 2025 – Según el derecho internacional, consagrado especialmente en la Declaración Universal de Derechos Humanos y los principios de la Carta de las Naciones Unidas, todo proceso electoral debe garantizar igualdad de condiciones, participación libre, transparencia y acceso universal al sufragio. La observación electoral externa, como la realizada por AIDHDES, invitada y avalada por el Instituto Simón Bolívar y el CNE respectivamente, se enmarca exactamente en esa lógica internacional de cooperación y transparencia.
Como observadores electorales reconocidos, AIDHDES actuó en calidad de “acompañamiento internacional” conforme a la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) venezolana, la cual regula el acompañamiento, sin entrometerse en el escrutinio ni elaborar declaraciones públicas intraproceso, pero con derecho a constatar la integridad del proceso.
Participación ciudadana y protagonismo juvenil: cifras que reafirman la legitimidad
Las elecciones municipales del 2025 marcaron un hito no solo por la celebración simultánea de las elecciones municipales, sino también por la realización de la primera Consulta Popular Nacional de la Juventud, donde más de 6,2 millones de venezolanos ejercieron su derecho al voto en un ambiente de orden y civismo. A nivel nacional, se habilitaron en paralelo 15.937 mesas de consulta juvenil, donde participaron jóvenes entre 15 y 35 años para seleccionar más de 37.000 proyectos comunitarios en 5.338 circuitos comunales, previamente debatidos en más de 40.000 asambleas comunitarias juveniles, con el acompañamiento de 1.490 observadores nacionales e internacionales, quienes dieron fe del normal desarrollo del proceso.
Esta inédita experiencia de democracia directa fue un ejercicio ejemplar de diagnóstico colectivo, corresponsabilidad intergeneracional y planificación territorial, que reforzó el modelo de participación activa y protagónica.
En cuanto a los resultados municipales, fueron elegidos 335 alcaldes y 2.471 concejales, destacando que el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB) —conformado por el PSUV y otras fuerzas aliadas— alcanzó el 85 % de las alcaldías, incluyendo 23 de las 24 capitales estadales y Caracas. La oposición e independientes obtuvieron el 15 % restante, con triunfos en municipios como Chacao, Baruta, El Hatillo y Los Salias. En total, 2.182 concejales fueron adjudicados de forma definitiva.
Entre los hitos destacables, figura la elección de Dina Castillo como la primera mujer alcaldesa de Valencia, consolidando también avances en la representación de género. Este proceso electoral demostró que sectores históricamente marginados —como los jóvenes, las mujeres, los ecologistas y las organizaciones comunales— hoy ocupan un espacio activo y legítimo en la arquitectura institucional venezolana. En ese sentido, la articulación entre alcaldías, juventudes organizadas y el Ejecutivo nacional configura una planificación descentralizada en el marco del Plan de la Patria y las Siete Transformaciones promovidas por el Presidente Nicolás Maduro, reafirmando el carácter soberano, inclusivo y transformador del modelo venezolano.
En lo mediatico
En medios nacionales venezolanos, se destaca la legitimidad del proceso, el compromiso de las autoridades electorales y la transparencia del despliegue logístico. Estos informes subrayan que el acompañamiento internacional, incluido el de AIDHDES, contribuyó a fortalecer la confianza ciudadana en el sistema electoral.
No obstante, diversos han sido los artículos de medios de comunicación occidentales que sostienen que las elecciones quedaron marcadas por “abstención y simulación”, afirmando que el proceso fue una farsa. Sin embargo, un análisis permite reinterpretar esos elementos:
- Abstención como estrategia opositora: El nivel de participación (44 %) fue impulsado principalmente por el boicot convocado por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), no por desinterés colectivo espontáneo. Desde el derecho internacional, llamar al boicot no implica que el Estado haya violado mecanismos de acceso, sino una expresión política del electorado.
- Resultados consistentes con actas oficiales: Las cifras ofrecidas por el CNE coinciden en forma coherente con los resultados comunicados públicamente y no se reportan discrepancias imputables a manipulación sistemática.
- Ausencia de participación de sectores minoritarios no implica ilegitimidad: la participación de algunos sectores opositores y disidentes permitió elección en municipios como Chacao, Baruta o El Hatillo, lo cual muestra pluralidad local y apertura electoral.
- Observación internacional seria: AIDHDES, junto a otros acompañantes internacionales, pudo verificar el despliegue transparente de la jornada, conforme a estándares internacionales. No actuaron como críticos externos, sino como acompañantes respetuosos de la ley (LOPRE).
A pesar de interpretaciones críticas de medios occidentales, los datos empíricos y el rol de acompañamiento legítimo validan el proceso como respetuoso de estándares internacionales, sin evidencia de fraude masivo.
Por ello, se sustenta una posición de apoyo al proceso electoral venezolano, entendiendo que incluso en contextos de tensión política el ejercicio soberano del voto supone avanzar hacia consolidaciones institucionales y participación local.
Defensa de la soberanía y alertas ante interferencias externas
Durante la jornada electoral, las autoridades venezolanas también debieron enfrentar situaciones de carácter geoestratégico que comprometen el derecho soberano de los Estados a conducir sus procesos internos sin interferencias. En horas de la tarde del 27 de julio, el Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir Padrino López, denunció públicamente la incursión de una aeronave de inteligencia estadounidense en el espacio aéreo venezolano, una acción considerada por el Estado venezolano como una provocación y violación del derecho internacional, especialmente del principio de no injerencia consagrado en el Artículo 2, párrafo 4 de la Carta de las Naciones Unidas.
Reafirmar la autodeterminación y la democracia participativa
Estas declaraciones, además de alertar a la comunidad internacional, refuerzan la necesidad de proteger los procesos democráticos de presiones geopolíticas, salvaguardando la autodeterminación de los pueblos como lo establece el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 1).
El desarrollo de las elecciones municipales del 27 de julio de 2025 en Venezuela constituyeron un ejercicio concreto de autodeterminación democrática, consagrado en el derecho internacional, particularmente en el Artículo 1 común de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y en la Carta de las Naciones Unidas. A pesar de los desafíos estructurales y de las presiones externas —algunas de las cuales fueron oficialmente denunciadas durante la jornada—, el pueblo venezolano demostró una vez más su vocación cívica, su compromiso institucional y su capacidad de ejercer el sufragio en condiciones de paz y legalidad.
La presencia de organismos internacionales y observadores como AIDHDES reafirma que los procesos democráticos del Sur Global no solo merecen respeto, sino también acompañamiento basado en los principios de soberanía, no injerencia, legalidad internacional y cooperación multilateral.
En un mundo marcado por asimetrías geopolíticas, es imprescindible reconocer que la legitimidad democrática no puede medirse exclusivamente por parámetros externos o narrativas hegemónicas, sino por la voluntad soberana de los pueblos y la integridad institucional de sus procesos. Las elecciones en Venezuela, con todos sus matices y particularidades, constituyen un paso más hacia la consolidación de una democracia participativa, inclusiva y enmarcada en el respeto al derecho internacional.
Desde la observación realizada, AIDHDES extiende su reconocimiento al pueblo venezolano y a sus instituciones por la conducción ordenada y pacífica de esta jornada electoral, reiterando su compromiso con la promoción de los derechos humanos, el desarrollo social, y la construcción de un orden internacional más justo, equitativo y multilateral.