Ginebra, 18 de diciembre 2025
La Asociación Internacional de Derechos Humanos y Desarrollo Social (AIDHDES) publicó en Ginebra un comunicado público de alto contenido jurídico y geopolítico en respuesta a las recientes declaraciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien afirmó que el petróleo de la República Bolivariana de Venezuela “le pertenece” a su país.
Lejos de tratarse de una provocación aislada, AIDHDES advierte que estas afirmaciones reflejan una lógica histórica de apropiación de recursos, desconocimiento de la soberanía de los pueblos y presión estructural sobre América Latina y el Caribe, en abierta contradicción con los principios fundacionales del Derecho Internacional contemporáneo.
Una advertencia clara desde el Derecho Internacional
En su comunicado, AIDHDES recuerda que tales declaraciones vulneran directamente pilares esenciales del orden jurídico internacional, consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, entre ellos el principio de igualdad soberana de los Estados, la prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza y el derecho permanente de los pueblos a disponer libremente de sus recursos naturales.
La organización subraya que estos principios no son formulaciones abstractas, sino normas vinculantes cuyo debilitamiento tiene consecuencias concretas para la paz, la estabilidad regional y la protección efectiva de los derechos humanos.
Venezuela ante un multilateralismo cada vez más politizado
AIDHDES sitúa estas declaraciones en un contexto más amplio: el uso selectivo y politizado del sistema multilateral de derechos humanos. Tal como ha sido expuesto por la organización ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Venezuela ha defendido de manera reiterada la Carta de la ONU y el principio de no injerencia, mientras enfrenta un sistema internacional que, en muchos casos, tolera graves violaciones de derechos humanos cometidas por Estados poderosos o aliados estratégicos.
El comunicado denuncia que las medidas coercitivas unilaterales, el bloqueo financiero y la apropiación de activos soberanos no solo carecen de base jurídica, sino que han sido señaladas por expertos independientes de Naciones Unidas como prácticas que pueden generar responsabilidad internacional agravada, al provocar sufrimiento masivo sobre la población civil.
De la “Zona de Paz” a la zona de presión
Otro eje central del comunicado es la creciente militarización del Caribe y de países de América Latina. AIDHDES alerta sobre el riesgo de que la región, declarada Zona de Paz por la CELAC, sea arrastrada nuevamente a una dinámica de confrontación geoestratégica caracterizada por la presencia de tropas extranjeras, operaciones extraterritoriales, control de rutas marítimas estratégicas y doctrinas de seguridad centradas en el “enemigo interno”.
En este escenario, la situación de Colombia ocupa un lugar clave. La organización recuerda que la injerencia histórica de los Estados Unidos ha contribuido a ciclos prolongados de violencia y dependencia estructural. Desde una lectura realista de las relaciones internacionales, AIDHDES retoma el análisis de académicos como John J. Mearsheimer, para señalar que Venezuela no es percibida como un problema ideológico, sino como un obstáculo geopolítico a la proyección de poder hegemónico en la región.
Un llamado a la claridad política en América Latina
El comunicado incluye además un llamado crítico —pero constructivo— a los liderazgos regionales. AIDHDES sostiene que las posiciones ambiguas frente a amenazas explícitas de dominación no protegen la soberanía ni los derechos humanos y recuerda que la historia reciente de América Latina demuestra que la injerencia externa en procesos políticos internos no es una hipótesis, sino una práctica reconocida públicamente por actores estadounidenses de alto nivel.
La organización advierte que la ambigüedad política, lejos de neutralizar riesgos, deja a los pueblos en situación de vulnerabilidad y convierte a los derechos humanos en una variable instrumental dentro de disputas geopolíticas.
Un orden internacional en transición
Finalmente, AIDHDES sitúa la situación venezolana en el marco de un orden internacional en transición, marcado por el declive relativo de la hegemonía estadounidense y la emergencia de dinámicas multipolares. El respaldo de actores como el Grupo de Amigos de la Carta de las Naciones Unidas, los BRICS y otros espacios de cooperación Sur-Sur es presentado como una defensa más amplia del principio de no injerencia, del derecho al desarrollo y de la necesidad de descolonizar el enfoque dominante sobre los derechos humanos.
Recomendamos la entrevista de AIDHDES con TeleSUR
Defender a Venezuela es defender la legalidad internacional
El comunicado concluye con una afirmación categórica: Venezuela —y América Latina— no son colonia de nadie. Defender la soberanía venezolana hoy no es una cuestión ideológica, sino una defensa del Derecho Internacional, del multilateralismo y del derecho de los pueblos a decidir su propio destino sin amenazas, bloqueos ni tutelajes externos.
Con este pronunciamiento, AIDHDES reafirma su compromiso con un sistema internacional basado en normas, igualdad soberana y paz, y advierte que el silencio o la neutralidad frente a declaraciones de despojo tienen costos humanos y políticos que la región ya ha sufrido demasiado.
Para ver el comunicado oficial de AIDHDES :
