18 de noviembre 2025
Un Enclave Temporal en la China Moderna
Anclado en el condado de Lean, provincia de Jiangxi, el antiguo pueblo de Liukeng se erige no solo como un testimonio excepcional de la cultura china, sino como un modelo de coexistencia sostenible entre la humanidad y su entorno. Con una historia que se extiende por más de un milenio, este asentamiento, a menudo aclamado como la «Aldea N.º 1 en la historia» y un «fósil viviente de la evolución feudal china«, ofrece lecciones profundas que resuenan en los debates contemporáneos sobre ecología y derechos humanos . Tras una visita de campo, AIDHDES, en compañía de 40 entidades entre las cuales se encuentran funcionarios de la FAO, ONGs europeas y locales acreditadas ante el Consejo ECOSOC de las Naciones Unidas, exploró cómo el proyecto de preservación ecológica de Liukeng se articula de manera inherente con el respeto a la dignidad humana y los derechos culturales, creando un círculo virtuoso de desarrollo sostenible cuyos principios se alinean con los marcos internacionales más avanzados.
La Ecología Cultural de Liukeng: Más que un Paisaje
El paisaje de Liukeng no es meramente un escenario natural, sino una construcción cultural profundamente integrada con el ecosistema. La herencia ecológica del pueblo se manifiesta a través de múltiples dimensiones.
- Sabiduría del Diseño Fengshui: La ubicación y planificación del pueblo no fueron accidentales. Se basaron en los principios tradicionales del Fengshui, buscando una armonía consciente con las colinas circundantes y el río Wujiang. Este enfoque representa un sistema de conocimiento ancestral orientado a la adaptación ambiental y la utilización sostenible de los recursos naturales, donde la intervención humana se concibe como parte de un todo mayor, no como su dominador .
- Elementos de un Paisaje Viviente: Los estudios académicos sobre Liukeng identifican sus componentes ecológicos clave como un patrimonio integral. Esto incluye su arquitectura tradicional, que emplea materiales y diseños adaptados al clima local; su sistema de clan Dong, que durante siglos ha gestionado los recursos comunales con una visión a largo plazo; y el entorno natural mismo, preservado como un bien colectivo. La protección de este conjunto se considera esencial para mantener la identidad cultural y la resiliencia ambiental de la comunidad .

La Intersección Indisoluble entre Ecología y Derechos Humanos
La iniciativa de Liukeng demuestra que la protección ambiental y la realización de los derechos humanos son dos caras de la misma moneda. El proyecto encarna lo que en el derecho internacional se reconoce como derechos de tercera generación, específicamente el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible.
- Derecho a la Cultura y al Medio Ambiente Sano: La preservación del paisaje cultural de Liukeng es, en esencia, la protección del derecho a participar en la vida cultural, reconocido por instrumentos como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. El entorno no es un lujo estético, sino el sustento material y espiritual de la comunidad. Su degradación supondría una violación de este derecho, así como una afectación al derecho al desarrollo, tal como es concebido por la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo de la ONU .
- Enfoque Comunitario y No Discriminación: El modelo de Liukeng se centra en la protección integral de la comunidad, lo que mitiga el riesgo de que los grupos vulnerables sean desproporcionadamente afectados por la degradación ambiental o los desalojos forzosos. Este enfoque comunitario es coherente con los principios de igualdad y no discriminación, y refleja una aplicación práctica de las directrices internacionales sobre desplazamiento y desarrollo, que priorizan el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades .
Marcos Internacionales y Diplomacia Ambiental

El caso de Liukeng ofrece un valioso estudio para la diplomacia cultural-ambiental global. Su enfoque de «protección integrada» y «herencia viva» resuena con los objetivos centrales de convenciones internacionales clave .
- Alineación con los ODS: El proyecto contribuye directamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, particularmente al ODS 11 (Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles), al ODS 15 (Vida de ecosistemas terrestres) y al ODS 4 (Educación de calidad), a través de la transmisión del conocimiento tradicional a las nuevas generaciones.
- Un Lenguaje Común para la Sostenibilidad: Al articular su valor en términos de «patrimonio cultural inmaterial» y «paisaje cultural«, Liukeng utiliza un lenguaje estandarizado y reconocido por organismos como la UNESCO. Esto facilita el diálogo intercultural y la cooperación internacional, posicionando a la aldea no como una reliquia aislada, sino como un actor relevante en la geopolítica de la sostenibilidad . Este lenguaje diplomático es crucial para construir puentes y compartir soluciones sirviendo a la vez de fuente de inspiración a los países del Sur Global para que logren igualmente conservar sus raíces de manera sostenible.
Hacia un Futuro Sostenible: Enfoques de Preservación
Los investigadores han propuesto varios enfoques estratégicos para la herencia de la cultura del paisaje en Liukeng, que combinan la conservación con el desarrollo comunitario :
- Protección Integrada: Actuar sobre el pueblo como un sistema vivo, manteniendo su originalidad natural y su integridad cultural, en lugar de convertirlo en una mera atracción museística.
- Protección Jerárquica: Establecer diferentes niveles de intervención para los diversos elementos (naturales, arquitectónicos, inmateriales), optimizando así los recursos y la efectividad de las acciones.
- Herencia Viva: El aspecto más crucial. Se trata de que la cultura ecológica no solo se preserve, sino que se reproduzca en la vida contemporánea de los habitantes, permitiendo evoluciones que no traicionen su esencia.
- Aceptación Racional: Reconocer que no todo lo tradicional es aplicable tal cual hoy. Implica un análisis crítico para adoptar lo positivo y descartar lo obsoleto, integrando sabiamente la innovación tecnológica y social.

Para AIDHDES, la experiencia de Liukeng trasciende lo pintoresco para consolidarse como un paradigmático caso de estudio que materializa nuestra convicción más firme: la defensa de los Derechos Humanos y la protección del medio ambiente son luchas indivisibles. Este pueblo no es un museo estático, sino un ecosistema social vibrante donde la gestión comunitaria del territorio, arraigada en sabiduría ancestral, garantiza de forma tangible el derecho a un medio ambiente sano, a la participación cultural y a un desarrollo endógeno, tal como recogen el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo. Liukeng encarna así la alternativa concreta y viable que desde AIDHDES apoyamos: un modelo de sostenibilidad holística donde la comunidad no es una mera beneficiaria, sino la protagonista activa de su propio futuro, demostrando que el verdadero progreso no se mide en contraposición a la herencia cultural o ecológica, sino en profunda armonía con ellas.

